El Biomagnetísmo está basado en leyes naturales y principios físicos, químicos, cuánticos electromagnéticos.
Es la formación de campos magnéticos por distorsión del PH orgánico.
Estos efectos se consigue aplicando imanes de una determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos y parásitos, que son causa de la gran mayoría de enfermedades graves en el hombre.
Consiste en el reconocimiento de puntos de energía alternados en nuestro organismo y que en su conjunto están dando origen a una enfermedad o malestar de curso agudo o crónico.
Este reconocimiento se efectúa mediante la utilización de imanes pasivos (no electrizados ni conectados a máquinas eléctricas), que se aplican en diversas zonas del cuerpo como efectuando un rastreo o escaneo biomagnético.
Una vez reconocida y confirmadas las zonas que están alteradas en su potencial energético (y que corresponden a órganos y tejidos que están sufriendo la distorsión), el terapeuta aplica un conjunto de imanes en estos puntos por un tiempo que fluctúa de 10 a 15 minutos cada uno y generalmente se aplica en forma simultánea.
Con este descubrimiento científico se puede llegar a regular, armonizar la memoria profunda del ser humano por ejemplo el sistema simpático, parasimpático, traumas profundo: psicológicos, sofrológicos, emocionales, carenciales.
Todas las enfermedades que hasta la actualidad no han tenido respuesta favorable al tratamiento convencional, como: Sida, cáncer, psoriasis, herpes, diabetes, hipertensión, todas las resistencias bacterianas, virales, micóticas, leucemia, artritis, cirrosis, dermatitis, hiperlipemias, hígado graso, lupus eritematoso, alergias, sarcoma de kapotsi, Parkinson, talasemia, hepatitis, etc.